El colchón es un componente esencial de nuestra vida diaria. Teniendo en cuenta el tiempo acumulado que a lo largo de sus años de vida útil pasamos sobre él cuando dormimos y descansamos plenamente, o cuando tomamos ligeras treguas de nuestras actividades, podemos decir que su elección resulta primordial para agenciarnos un estado de bienestar general y comodidad e integralidad en el descanso.

Este aspecto práctico es el que debe guiar en primera instancia la elección que hagamos de nuestro colchón a la hora de comprar uno nuevo. Es de esos objetos en que su valor de uso y la comodidad que pueda proporcionar resultan más relevantes que cualquier otro valor.

No obstante, como siempre decimos, la vida no es en blanco y negro y una cosa no tiene por qué ir contra otra. El hecho de que la comodidad valga más que la estética en un colchón no significa que este tenga que ser feo, hosco e incoherente con la decoración de nuestra habitación.

Es más, la elección del colchón resulta un paso importante en el decorado de un recinto de descanso, y gracias a la multiplicidad de opciones existentes en el mercado puede hacerse combinando necesidades prácticas con estéticas.

Clases de colchones

A pesar de las variedades que hoy podemos encontrar existen cuatro clases o tipos fundamentales de colchones: de muelles, de látex, de espuma y de viscolástica. A continuación hablaremos brevemente de las características de cada uno de ellos. Gracias al portal colchonazo.es por las indicaciones que nos han ofrecido.

Los primeros son los tradicionales y mayormente elegidos hasta hace poco. Siempre han sido del agrado de los usuarios porque respiran muy bien y tratados adecuadamente proporcionan años de descanso y comodidad. Su principal inconveniente es que mayormente es nuestro cuerpo el que debe adaptarse al colchón y no a la inversa, como sucede con los de látex o viscolástica.

Asimismo, los muelles ceden con los años y la parte central del colchón se hunde, lo que condiciona posturas incorrectas y a la larga dañinas para nuestra columna y espalda.

Por su parte los de látex, ya sea natural o sintético, son también buenos colchones. Lo ideal para conseguir uno duradero y cómodo es que estén hechos a base de una buena combinación entre material natural e industrial. No son tan económicos como los de espuma, aunque estos no regulan la temperatura y rápidamente pierden su firmeza con el uso.

Por su parte, tampoco muy económicos pero sin dudas la mejor opción porque son los más cómodos y los de mayor durabilidad, lo que a la larga los convierte en una buena inversión para el descanso, tenemos los colchones de viscolástica.

Estos se hicieron realidad a partir de años de investigación y demostraron que era posible tener un colchón cómodo, duradero y lo más importante, adaptable al cuerpo del usuario.

En dependencia de la economía de cada cual, cualquiera de estos colchones podría satisfacer las necesidades del descanso, aunque como vimos, unos más que otros.

Según los expertos, el colchón óptimo para el descanso es aquel que mejor se adapte al cuerpo de su usuario. De igual forma no debe ser ni duro ni blando y debe garantizar la higiene, durabilidad y confort. Por todo esto, en sentido general es el viscoelástico el tipo de colchón más recomendado.

No obstante, dijimos que además de lo práctico, el colchón resulta vital también para lo estético. Veamos por qué.

Qué contemplar en el colchón para nuestra decoración

Aunque no parezca tan importante para la decoración, pues casi siempre está tapado por mantas y sobrecamas que deben combinar con cortinas, paredes u otros accesorios de la habitación, el colchón es importante en el decorado.

Imaginemos un colchón de considerable y notable grosor en un recinto cuyo mobiliario y accesorios responde a un estilo de líneas delgadas y finas. La incoherencia ciertamente saltaría a la vista.

Asimismo, podemos contemplar una habitación perfectamente decorada a tono con un estilo descarnado y moderno, y cuando nos lanzamos sobre el colchón nos topamos con uno muy fuerte o duro, que corta de tajo las sensaciones que la decoración pretende transmitir. Sin embargo, este tipo de colchón resultaría ideal para una decoración de estilo rústico.

Y así son varios los aspectos o cosillas que podríamos contemplar para que el colchón elegido cumpla su rol de componente esencial no solo para el descanso, sino también para la decoración. Cierto es que a diferencia de otros objetos, la mayor parte de esos aspectos para la elección del colchón responden a apreciaciones y sensaciones, y pocas veces a elementos físicos, pero precisamente ahí es donde radica la magia de la decoración.