En materia de decoración ocurre como con la moda: es una cuestión de personalidad. ¿Te gusta la fuerza del color rojo y su lado alegre y pasional? ¡Pues utilízalo en tu hogar! Eso sí, no abuses porque un exceso de rojo puede provocar “indigestión”.
En cualquier caso, si vas a decorar con tonos como el carmín, el bermellón o el cereza, te vamos a ayudar a escoger unas cortinas que vayan acorde con tu elección.
Escoge las estancias adecuadas. El color rojo puedes utilizarlo casi en cualquier estancia del hogar excepto en las habitaciones. Un color tan vivo y agresivo no favorece en absoluto el descanso.
Para una decoración con tonos rojos lo ideal es aplicar el color a los accesorios o incluso a algún pequeño mueble, pero no a las paredes. La combinación de tonos rojizos sobre unas paredes blancas queda ideal y hace que la estancia luzca más.
Cuida el resto de la decoración. Para el mobiliario opta por un estilo contemporáneo de colores negros y blancos preferiblemente. El gris del acero inoxidable también combina a la perfección con estos colores.
Escoge las cortinas adecuadas. En la elección de éstas hay dos opciones dependiendo de la cantidad de rojo que haya en la estancia. Si tienes ya muchos elementos rojos lo ideal es que las cortinas no lo sean, pues agobiarían. En ese caso usa unas cortinas simples de tonos blancos.
Si no has usado demasiado rojo en los accesorios puedes permitirte colocar unas cortinas más “potentes” con tonos burdeos, carmín, cereza o incluso berenjena.