El nombre de Hugo Alvar Henrik Aalto, internacionalmente conocido como Alvar Aalto, es uno de los más representativos dentro de lo que se considera estilo moderno en decoración. Aalto es una de  las pocas figuras del diseño a la que se le considera un maestro de las formas modernas de la época.

El arquitecto y diseñador finlandés Alvar Aalto era un especialista en el trabajo del vidrio. Todas sus piezas derrochan perfección, pureza en la formas y un original uso del color. La sensación de fluidez que emana de sus creaciones pocos artistas la han podido imitar.

Como ya hemos todas las creaciones de Aalto demuestra su perfecto dominio del vidrio. El diseñador finlandés poseía un interés fantástico sobre las propiedades de este material y sobre la textura del mismo frente a otras prácticas y tecnologías.

Vamos a pasar a ver algunas de sus obras más importantes. En la imagen superior vemos, por ejemplo, el jarrón de cristal Aalto, un jarrón que combina todas las formas posibles y las libertades para ofrecer como último resultado al cliente la independencia de determinar el uso o el fin del objeto.

Éste siempre ha sido el propósito de cada una de las piezas de diseño: dejar que la imaginación vuele y darle un uso apropiado a los objetos desde la óptica de cada persona.

En el amplísimo catálogo de creaciones que nos dejó Alvar Aalto podemos encontrar todo tipo de jarrones o floreros basados en líneas, formas, colores y texturas. Por sus características, estas obras son fácilmente adaptables a cualquier ambiente o entorno.

Hasta ahora hemos hablado de jarrones y floreros principalmente, pero Aalto también destacó en la creación de mobiliario y de lámparas. Todas estas piezas tienen un diseño muy de la década de los 50, por lo que actualmente son ideales para una decoración retro de toques cincuenteros.

Lo que más me gusta del diseñador Alvar Aalto es que cada una de sus creaciones, sea del tipo que sea, está pensada para que el hombre sea el centro del espacio y para que el objeto solo sea una pieza más del entorno. Ésta destaca funcionalmente y nos ayuda a crear un entorno más agradable.