Decorar con los clásicos no tiene porque implicar que mantengas en casa una decoración tradicional. Hay muchas maneras de aprovechar estas genialidades del diseño industrial y acoplarlas al estilo que tenga nuestra casa.

No hay duda de que no solo son extremadamente funcionales, sino que darán gran valor estético a cualquier habitación, además del valor que tienen por la trascendencia que han logrado en la industria del diseño.

Para iluminar el hogar

En el mundo del diseño las lámparas siempre han sido privilegiadas. Ésta es una de las áreas preferidas por los diseñadores y por tanto, está en constante renovación. Nuevas propuestas con diseños vanguardistas e innovadores están siempre en el mercado, pero hay propuestas clásicas que llenan tu casa de distinción y buen gusto.

Actualmente fabricada por Tecnolumen, la lámpara de techo HL99 de Bauhaus, diseñada originalmente en 1900, es un clásico del diseño. Caracterizada por su sencillez y simplicidad estética, queda bien en cualquier ambiente y estilo.

En los años sesenta, Achille y Pier Giacomo Catiglioni diseñaron la lámpara de suelo Arco y se convirtió casi instantáneamente en una de las preferidas. Múltiples reediciones de este modelo se hicieron por las más diversas firmas, por lo cual el diseño se hizo popular. Es una propuesta original, sencilla, que apuesta por el juego con las líneas creando un efecto visual atrayente. Esta lámpara quedaría de maravilla en un salón de estilo minimalista, por la perfección de sus acabados y la simplicidad.

También en Italia, pero en 1990, Feruccio Laviani diseña la lámpara de techo Fly. Acorde con las tendencias culturales de moda en esta época, esta lámpara esta disponible en diversos colores, que van desde el azul añil, hasta el magenta. Se pueden colocar en grupo para combinar diversos colores, en espacios amplios o si se prefiere una decoración más sobria, se puede elegir un color que prefiera y colocar una sola.

Para sentarnos cómodamente

Las sillas, butacones y sofás son otra de las áreas en la que el diseño industrial ha hecho sus mayores aportes. Ya sea para mobiliario de comedor o para el salón, incluso para exteriores, los diseñadores han hecho gala de su creatividad e ingenio legándonos maravillas.

No se puede hablar de diseño de mobiliario y no comenzar por el sofá Chesterfield, o como es comúnmente conocido: Chester. Su origen se ubica entre el siglo XVIII y el XIX, en Gran Bretaña y no cabe dudas de que el tiempo no ha olvidado esta creación. Con un diseño sobrio y majestuoso, este sofá se convierte en el centro de cualquier salón y se adapta perfectamente a los más disimiles estilos, aunque no cabe dudas de que es idóneo para un salón con decoración vintage.

El sofá LC2 de Le Corbusier, fabricado por Cassina, es uno de los muebles más aclamado por el sector masculino. Ofrece un concepto sobrio, simétrico y extremadamente cómodo. No pierde vigencia por su impecable diseño. Es perfecto para los apartamentos pequeños porque no ocupa mucho espacio. Sus materiales garantizan la durabilidad del mobiliario.

Para los exteriores recomendamos la butaca KFK, conocida también como butaca Bonet o butaca Butterfly. Su sencillez y el juego de formas y líneas que propone la convierten en un objeto adaptable a todos los ambientes, es recomendable para zonas al aire libre, pero quedan muy bien en interiores, pues dan un ambiente rustico. Su forma ergonómica garantiza comodidad.

Semejante es el caso del Puff Sacco, que se recomienda tanto para exteriores, como áreas de piscina o terrazas, como para espacios interiores. Diseñado en Italia en el año 1968, pareciera una pieza recién ideada. Por su aire jovial y su colorido, es idónea para adolescentes y niños, es simple, se acomoda a la posición que queramos, es liviana, todos son ventajas con este diseño. Es aconsejable para ambientes relajados.

Otros diseños memorables

Fuera del sector de las sillas y las lámparas, también hay por supuesto objetos dignos de destacar por su diseño y perdurabilidad.

Seguramente lo has visto millones de veces en los más disímiles lugares pero lo que no sospechas es que es uno de los objetos de culto en el área del diseño. El cenicero Copenhague, diseñado por André Ricard en el año 1965, es sin duda alguna un clásico. Sencillo, útil, colorido y reproducible, no por gusto es el preferido de tantos. Las líneas y los colores distinguen esta pieza de gran sobriedad. Queda perfecto en ambientes minimalistas, modernistas e incluso en decoraciones vintage. Actualmente su fabricación la realiza la firma Mobles114.

Como hemos visto no hay razón para pensar que los clásicos están olvidados, o que una fecha lejana de producción significa obsolescencia. Los clásicos están cada vez más presentes en nuestros hogares y distinguen cada estancia en que los colocamos.