El siguiente artículo muestra un proyecto de decoración realizado en un salón comedor de Valencia (España). Como veréis hemos preparado imágenes del antes y el después de la remodelación para que veáis los cambios que ha sufrido el espacio y la palpable mejora que presenta. Además hemos realizado una breve explicación de las modificaciones introducidas.

Lo primero que se hizo para darle un aspecto mucho más actual y de apertura fue eliminar las puertas de entrada al salón y hacer un espacio integrado al recibidor. Colocamos tanto en este espacio como en el resto de la vivienda una tarima de roble, pintamos las paredes de un blanco roto, y el rodapié y la carpintería de toda la vivienda se pintó con pintura acrílica blanca.

El único mueble que se ha reutilizado es uno con seis cajones que se llevó a restaurar y como podéis ver lo dejamos de un tono piedra con una pátina que le da un toque antiguo. ¡Menudo cambio! Este mueble nos ha ido muy bien para colocar el teléfono y una lámpara de madera con pantalla de tela que da un ambiente muy acogedor a la zona del salón.

En lugar de poner dos sofás optamos por poner solo uno en la pared más amplia y debajo de la ventana dos orejeros no muy voluminosos tapizados en blanco con un tejido imitación piel. Unos cojines, una alfombra de coco, unas mesas de madera y cristal, una litografía también enmarcada en madera y un mueble blanco diseñado para la televisión, conforman este espacio dedicado al descanso.

Puesto que la estancia es en proporción estrecha, hemos colocado la mesa en el lado izquierdo y pegadas a la pared con un espejo de madera y dos fanales grandes de cristal y piedra para ambientar el espacio. Al colocar la mesa junto a la pared hemos conseguido mayor amplitud y una zona de paso sin obstáculos. A las sillas, también de madera, les hicimos unas fundas de lino para proteger el tapizado.

En el lado derecho hemos colocado una pareja de vitrinas blancas en lugar de un único mueble para conseguir que la columna estuviese a favor de la decoración y no en contra como en principio podía parecer. Mi experiencia me demuestra que siempre que surge algo que parece un problema, la creatividad se pone en marcha y dicho problema se convierte en la mejor opción. ¡Los retos son los que te hacen crecer en la vida, tanto a nivel profesional como humano!

Al lado del sofá se ha colocado momentáneamente una mesa auxiliar de hierro hasta poner una ligera estantería blanca de aluminio que irá sujeta de suelo a techo y en la que colocaremos revistas y libros, lo que permitirá dar más intimidad a la zona del sofá.

En las vitrinas, vajilla, cristalería, piezas de porcelana, servilleteros, libros, cuadros pequeños, farolillos chinos, bandejas y cajas de ratán. Todo ello le da un toque muy personal a las dos piezas gemelas.

En cuanto a las cortinas, la elección fue un enrollable en la ventana y una barra de acero con cortina tableada de lino blanco en la puerta de acceso a la pequeña terraza. ¡Lo más simple casi siempre es la mejor opción! Con esto conseguimos que la luz entre, pero tamizada.

La iluminación la hemos resuelto con iluminación de superficie puesto que no hay escayola. Una ilumina la zona del sofá y la otra la zona del comedor. Dos lámparas de sobremesa, que son las que más se utilizan, hacen de este espacio un lugar agradable y acogedor.

Y como no, un macetero blanco con una planta para dar un toque verde de frescura, color y naturalidad a la estancia y acotar espacios.

¿Qué os parece el proyecto? ¿Os gusta el cambio que ha sufrido el salón comedor? El proyecto de decoración ha sido bajo la dirección y el asesoramiento de Gemma Valencia.