La meditación es una práctica muy saludable que puede ayudarte a sentirte mejor contigo mismo si te decides a practicarla todos los días. Si te gustaría preparar un lugar en tu casa para disfrutar de esta práctica a continuación te presentamos algunos sencillos consejos y recomendaciones para crear tu espacio de meditación en tu hogar con las mejores garantías.
Para poder meditar con tranquilidad y reservarte ese ratito para ti es importante que elijas un rincón o un espacio que se encuentre bien alejado de las puertas y de las zonas de influencia como por ejemplo el salón o el comedor. Además, si así lo prefieres podría ser tu estudio, una sala de estar o un espacio de tu habitación en el que puedas estar en tranquilidad sin que nadie te moleste ni te interrumpa.
También recomendamos preparar esta zona de meditación cerca de las ventanas, sobre todo si éstas dan a un jardín o a la naturaleza. El aire fresco, la luz solar y los espacios abiertos serán una gran opción para hacer de tus sesiones de meditación algo realmente placentero que puedas disfrutar. Piensa que siempre será mejor meditar cerca de una ventana que hacerlo en un espacio cerrado.
Asimismo, te recomendamos también que aprendas a ambientar todos los espacios en los que tengas pensado relajarte usando esencias únicas, aromas fascinantes y un poco de música de calidad que te ayude a relajarte. Te recomendamos usar velas, incienso y elaborar una lista musical que te ayude a relajarte con música tranquila o con música ambiental de la naturaleza, por ejemplo.
Para poder meditar de forma relajada y constante sin duda es vital que encuentres el punto perfecto de comodidad y para ello puedes servirte de pufs, mantas, cojines y de los mejores zafus disponibles en el mercado actualmente para poder disfrutar de una postura única y de una relajación óptima en el espacio de tu hogar que tu escojas para ello. Si estás sentada en el suelo y te sientes incómoda y te pones a meditar en un mueble todo resultará mucho más forzado y complicado sin duda.
Por otro lado, debes desconectar de la tecnología para conseguir meditar bien. Para ello es importante que alejes los dispositivos electrónicos de esta zona, más allá de lo que vayas a necesitar para poder un poco de música de relajación si es que lo crees necesario. Elimina todos los dispositivos móviles y gadgets que se encuentren cerca de ti para no distraerte de tu objetivo y di adiós a las vibraciones y los ruidos para poder concentrarte en lo más importante en este caso, que es meditar, liberar la mente y dedicarte un poquito de tiempo a ti, a liberar tensiones, a sentirte bien.
Asimismo, no te olvides de liberar el espacio para sentirte bien y con sitio. Nada de muebles pesados ni innecesarios ya que cuanto más espacio tengas más cómodo/a podrás estar para meditar. Si tienes que añadir algo de decoración lo mejor serán las plantas o los cuadros sencillos. Despeja la zona por lo demás: sin libros, sin cajas, sin muebles, etc. De lo contrario tu cabeza no podrá dejar de pensar en el desorden y te resultará mucho más complicado el poder meditar tranquilamente y relajarte con las mejores garantías de seguridad y tranquilidad.
Por último, también es muy importante el tener en cuenta los colores y las gamas cromáticas que vamos a usar para decorar nuestra zona de meditación. La teoría de los colores dice que los tonos pastel como el beige, el rosa o el azul son la mejor alternativa para ayudarte a relajarte. En cambio colores vibrantes como el rojo, los verdes fuertes o los amarillos te activarán mucho más. Lo mejor es contar con paredes blancas o en los tonos pastel ya mencionados para conseguir un ambiente mucho más tranquilo y relajado.