Los amantes de los gatos se van a morir de envidia cuando vean este colegio tan increíble cuyo edificio recrea la anatomía de este felino tan especial. Todas sus partes del cuerpo tienen una función dentro de la escuela. Si te gustan los gatos, te hubiera encantado estudiar allí.
El colegio del que hablaremos es un símbolo de la amistad franco-alemana. La escuela Die Katze se encuentra situada en una zona entre la región de Baden-Württembreg y Alsacia, gracias a un movimiento llamado “Una Europa sin fronteras”. El creador de este curioso colegio es el alsaciano Tomi Ungerer.
Tomi Ungerer ha elegido a su animal preferido como inspiración para crear este edificio “gatuno” fuera de lo común. Estos animales traviesos y conscientes de que lo son le han parecido perfectos para inspirar el desarrollo de los niños.
Tumbado como si de una esfinge se tratara, el gato protagonista del diseño parece estar en una posición de alerta, preparado para saltar en cualquier momento. Como si de ratones se tratara, los niños entran en el edificio a través de la boca del animal. La lengua del gato hace las funciones de puerta, y la garganta hace de hall.
Las patas son espacios dedicados al juego, mientras que en el resto de su cuerpo encontramos vestuarios, clases, una cocina, un comedor e incluso una escalera para acceder al nivel superior. En este nivel la cabeza del gato cobra protagonismo con grandes ventanales en ojos y orejas que llenan de luz una sala multiusos.
Pero la inspiración felina no estaría completa sin el pelaje del animal, ¿verdad? Pues éste es el césped que crece en el tejado plano del edificio. Y para acabar de rematar la pieza, las salidas de emergencia se encuentran situadas en la cola del animal. No le falta detalle, ya lo veis.
Todo en este colegio está pensado para que los niños aprendan divirtiéndose. A mí personalmente me hubiera encantado dar clases en este colegio tan especial y poder decir a mis amigos que mi cole estaba dentro de un gato.