Si cuando te despiertas por la mañana notas tu cuerpo apaleado como si hubieran pasado por encima de ti una manada de elefantes, es posible que sea debido a que tu colchón ya no te da el máximo confort que te daba al principio y puede que esté pidiéndote ya un cambio. Para saber si tienes que cambiar o no tu colchón por uno nuevo, hemos elaborado para ti una serie de trucos y consejos que te serán de gran utilidad.
Según los especialistas, hay que renovar el colchón de tu cama cada 10 años, aunque según las características del mismo y la calidad, puede variar entre los 8 para modelos más económicos y los 12, si en su día adquirirse uno de alta gama. De todos modos, esto va a variar del uso que le des y también del desgaste que se haya producido de sus materiales. Existen tips que hacen saber si colchón ha pasado a mejor vida o puede seguir aguantando un poco más de tiempo.
Lo primero de todo, tienes que saber que a un colchón hay que rotarlo cada cierto tiempo, como también darle la vuelta. Esto hará que no se deforme únicamente, por una parte, sino que vaya adaptándose y volviendo a su forma habitual cuando se encuentra girado. Si durante todo el tiempo que has tenido este objeto no lo has cambiado de postura, es posible que se haya viciado, es decir, que se haya estropeado a causa de este uso incorrecto y que, por lo tanto, por mucho que lo cambies de posición, deberás de sustituirlo por uno nuevo. Los especialistas en colchones CamaNueva nos han comentado que un modelo de calidad que haya sido rotado rigurosamente cada dos o tres veces al año, es menos propenso al deterioro y que, por lo tanto, durará mucho más como nuevo.
Uno de los indicativos de que el colchón está en mal estado es que duermes mal. En ocasiones le echamos la culpa al trabajo, al estrés, entre otros problemas, que aunque también pueden tener su importancia, a veces todo el foco viene del colchón que está viejo. Si empiezas a levantarte con dolor de espalda, con dolor en las extremidades y con la sensación de que no has dormido absolutamente nada, es posible que la culpa la tenga el colchón, que no te ha dado la posibilidad de descansar como es debido y que, al final, se convierte en el principal motivo de tu mal humor y de todo el estrés contenido.
Otro de esos indicativos que el colchón no da para más son los ruidos. Cuando un colchón está nuevo, incluso si tiene en su interior muelles, no se va a escuchar. Sin embargo, cuando ya han pasado varios años, se empieza a notar que los muelles rechinan, y que con tan solo darte la vuelta en la cama empiezas a escuchar múltiples sonidos. Si este es tu caso, por supuesto que tienes que cambiar el viejo colchón por uno nuevo e inmediatamente.
Según estudios recientes, hay casos en los que se asocia el aumento de peso con un mal descanso y un colchón en mal estado. Si has estado manteniendo tu dieta equilibrada sin excesos, has hecho deporte, pero aún así sientes que sigues sin perder peso, sino todo lo contrario, que estás ganando, entonces querrá decir que puede que todo venga relacionado con este elemento de tu descanso y tendrás que sustituirlo por uno nuevo.
Los ácaros del polvo conviven con nosotros y uno de sus lugares preferidos es el colchón. Si notas que empiezas a sufrir ataques de asma o tu alergia es cada vez más fuerte, puede que venga relacionado con el colchón, puesto que se ha convertido en un lugar infectado de estos bichos.