Es normal que, debido al ritmo de vida que llevamos hoy en día, nuestra mente y nuestro cuerpo quieran un poco de paz interior. No obstante, si nos ponemos a analizar, y vemos las formas en que se nos presenta la existencia, nos daremos cuenta de que en el día a día se hace muy difícil encontrar esa serenidad que tanto ansiamos. El trabajo, las obligaciones, el estudio e incluso las personas pueden generar un estrés para el cual no estamos preparado y no podemos enfrentar. Sin embargo, hay formas en las cuáles podemos ayudarnos y recuperar un poco de la paz robada por la rutina. El budismo es una religión cuyo fin es mejorar la existencia de cada individuo que la practique, siguiendo sus principios podemos serenarnos y recobrar la tranquilidad. En el siguiente texto te diremos siete principios del budismo para decorar tu casa.

1. Austeridad

Si queremos decorar nuestro hogar y aún mantener las creencias del budismo algo que debemos tener muy en cuenta es la austeridad. En esta religión desprenderse de lo material es dar un paso más hacia lo espiritual, como el árbol que dejar ir sus frutos, el budismo nos enseña que entre más cosas tengamos más nos apegaremos a ellas. La anterior actitud es normal hoy en día. Desde aquí te decimos que es no es necesario. No llenes tu casa de objetos innecesarios, no compres más de lo que vas a utilizar, comienza en pensar más en la funcionalidad que en la obtención de bienes materiales.

2. Simplicidad

Muchas personas optan por llenar sus hogares con todo tipo de objetos, viciando así el aire que rodea su espacio. Tus pertenencias, si quieres mantener una decoración que siga las doctrinas budistas, no deben ser ostentosas, como sillas gigantes o decoraciones exageradas. Lo mejor es mantenerse simple, que tu decoración refleje un aire de relajación, sin nada muy ostentoso.

3. Sutileza

Si eres una persona observadora y has ido a la casa de tus amigos o familiares, habrás podido darte cuenta muchas gente no es nada sutil a la hora de decorar su casa. Este punto se relaciona mucho con los dos anteriores, pero es que el budismo no para de recalcarnos que las cosas materiales a la larga no traen la felicidad. Para tu hogar, si es que quieres seguir por la línea del budismo, puede adquirir decoración sutil. Quizá la estatua de un buda, algún mandala o una flor de loto, cualquiera de estas opciones está bien, lo importante es no sobrecargar tu ambiente, así las energía podrán fluir mejor.

4. Tranquilidad

Si algo necesita tu hogar es tranquilidad. Elige una decoración que te haga estar bien contigo mismo, que al verla sientas paz. Usa tonos de colores que generen armonía. Busca la forma de poder meditar en silencio, aunque sea difícil en algún punto del día lo conseguirá. Puedes usar frases de buda o frases budistas en las paredes con vinilos decorativos. Si necesitas ideas, puedes leer aquí frases budistas.

5. Naturaleza

Usualmente se asocia mucho la naturaleza con el budismo. En sí no tiene mucha relación, aunque si alguna vez has estado en un bosque o en un lugar rodeado por la naturaleza, te habrás dado cuenta la enorme paz que ahí se siente. Es normal que si queremos encontrar la paz en el lugar que vivimos no hay algo mejor que las plantas. Muchas personas tienen alguna que otra planta en sus hogares. Esto es bueno porque ellas purifican en aire y hacen de nuestro ambiente un lugar más armonioso. No dejes de utilizarlas como un catalizador para la paz que necesitas.

6. Cambia

Aunque no parezca todos estamos encerrados en una pequeña caja. Ahí nos sentimos a gusto, sin problemas, todo es normal y rutinario. Si queremos salir de ese lugar, primero debemos modificar aquello que creemos preestablecido. Tu hogar puede, y debe ser, ese lugar donde experimentes y crees nuevas formas de entender la realidad. Arriésgate un poco con la decoración, el budismo es un camino de transformación y eso mismo debes hacer para contigo, transforma tu espacio vital, crea y descubre. Te sorprenderás.

7. No todo debe ser perfecto

Lo más bello del ser humano es su imperfección. Esa es la forma de entender que todo puede estar controlado, no todo debe estarlo. Cuando llegamos a este conocimiento nuestra forma de ver la realidad se ensancha, entendemos que no vinimos a este mundo con el objetivo de ser perfectos, sino de ser felices. En tu casa esta reflexión budista te puede ayudar. No busques la simetría, no busque la perfección y comprende que en tu espacio la imperfección es perfecta.