Un estilo sui géneris que ha llamado la atención de no pocas personas en los últimos tiempos: se trata de la decoración industrial, tan peculiar como atractiva y que viene a profundizar los matices urbanos y vertiginosos de las grandes ciudades. Si quieres conocer sus características y cómo aplicarlo en tu hogar, aquí te lo mostramos.
A grandes rasgos
El estilo de decoración industrial tiene su origen en la ciudad de Nueva York, inspirado en los lofts o grandes naves industriales adaptadas para convertirse en hogar. Evidentemente, la industria y el desarrollo son las raíces que motivan este diseño, compuesto de un equilibrio perfecto entre lo rudo y lo hermoso.
El mobiliario es otro de los protagonistas en el estilo industrial, y la continuación del espacio da un aire de holgura muy vistoso. Resaltan los ventanales de gran altura, la iluminación abundante y un descuido intencionado de dejar a la vista otros elementos como vigas, caños y paredes de hormigón.
En cuanto a los materiales, el diseño industrial se decanta por la madera virgen, el cuero y el acero, todo ello con un toque distintivo añejo y muy natural que le aporta calidez y bonanza al espacio en general. Los materiales reciclables también son muy destacables, aunque es importante notar que se trata de un estilo versátil que asimila sin problemas otros elementos ajenos como lámparas de vidrio y mesas de corte clásico.
Aspectos claves de la decoración industrial
El espacio y el color
Como veníamos mencionando, el diseño industrial necesita de grandes espacios donde debe buscarse resaltar las estructuras que componen la edificación. Por ejemplo, techos al descubierto, paredes rústicas y columnas pronunciadas. Estos elementos originales deben respetarse y enfatizarse, al tiempo que velamos por no abrumar demasiado el espacio con accesorios decorativos.
En cuanto al color, predominan algunas tonalidades como el blanco, el negro y el gris. En definitiva, se trata de optar por colores sólidos y poco llamativos que den paso a la estructura y asuman un discreto segundo plano junto a las texturas, que pueden ser de algodón o lino.
Elementos y muebles
El estilo industrial requiere de muebles y elementos derivados de la actividad industrial. Grandes neveras, congeladores, taburetes, mesas propias de restaurantes,... Elementos de hostelería, al fin y al cabo.
Materiales
Los materiales deben evocar una atmósfera industrial. En este sentido, nada como decantarse por el cemento, los ladrillos al desnudo, el vidrio y el aluminio. Evidentemente, estaremos buscando elementos que nos ayuden a profundizar en el concepto mecánico y fabril de este tipo de diseños, por lo que podremos recrearlos en las paredes, las sillas, las lámparas y las mesas. Si bien no existen contradicciones a la hora de mezclarlos en nuestra decoración, no podemos descuidar la intención de concebir un ambiente abierto y espaciado.
Paredes y techos
No hay nada que resalte más la decoración industrial que las paredes de ladrillos. Si cuentas con este tipo de elemento en casa, no dudes en potenciarlo. Si necesitas hacer una reparación de las paredes, trata de mantener intacto el toque desgastado y raído de los ladrillos. Por otra parte, los techos pueden diseñarse a doble altura, en aras de aproximar la habitación al estilo de las naves industriales de antaño. Puedes apoyarte en el uso de una escalera metálica para lograr un equilibrio perfecto entre lo moderno y lo retro.
Ventanales y accesorios
Para terminar, centraremos nuestra atención en los ventanales. Se trata de un aspecto básico dentro de la decoración industrial y deben, más que nada, enfocarse en el paso abundante de la luz. Un espacio holgado necesita de una entrada de luz que destaque todos los elementos dentro de la estancia, y para ello prescindiremos de cortinas o ventanas pequeñas, así como evitaremos colocar muebles cerca de ellas que estorben la entrada de la luz.
Sobre los accesorios, no necesitas esforzarte mucho. Cualquier tienda de segunda mano te proveerá de elementos vintage que podrás colocar en tu habitación. Muebles y lámparas oxidadas funcionan a la perfección en este ambiente. Por lo tanto, no te cortes en impregnar tu propia personalidad. De seguro acertarás con éxito si te mantienes dentro de lo minimalista y lo funcional (fuente: Westwing).
Para recordar
Vamos a repasar los aspectos básicos de la decoración industrial: Pinturas desgastadas, materiales originales (acero, madera, etc.), colores neutros y sólidos, poco mobiliario, estructuras propias de la edificación bien resaltadas (cañerías, vigas, enchufes de corriente, etc.) y elementos de diseño equilibrados y minimalistas.