En una cocina Feng Shui, la sencillez y el calor deben estar muy presentes. La cocina es el centro de las actividades domésticas: el lugar donde se prepara la comida, donde se habla y donde te encuentras en familia.

Según los principios del Feng Shui, la cocina se asocia con el alimento y por tanto con la fortuna, la salud y la familia, lo que hace de ella una de las piezas más importantes de la casa.

Es importante que la disposición de la cocina sea la correcta. A nivel funcional te ahorrará desplazamientos inútiles. Pero a nivel de Feng Shui, esta correcta disposición hará que el Chi circule libremente sin tener que serpentear entre los diferentes bloques de elementos. Orientaremos por tanto las superficies de trabajo para no dar la espalda a la puerta y para poder sentir la pieza de un solo vistazo.

Intenta que las superficies de trabajo estén libres y ordenadas para no disminuir el Chi de la estancia. Ten el mínimo posible de utensilios, organiza los cajones, evita electrodomésticos inútiles y escoge bien sus accesorios.

Desde el punto de vista de los materiales, todos están permitidos. Lo esencial es que el conjunto sea equilibrado. Evita por tanto demasiados elementos del mismo material. Respecto al suelo de la estancia, uno de piedra sería ideal.

Opta por colores y texturas calurosas. Debes saber que los colores claros como el amarillo o los tonos marrones oscuros cargan el alimento de energía vivificante. El blanco marfil también es muy buena opción ya que simboliza pureza y claridad.