La pintura es un aspecto muy importante en la decoración de una casa. Pero no solo lo digo por el color que elijamos (que evidentemente marcará de una manera importante la estancia), sino también por el tipo de pintura y el tipo de acabado elegidos. Todos estos factores juegan un factor importante en el interior del hogar.
Si elegimos acertadamente la pintura habremos dado un gran paso hacia nuestro objetivo. Pero para ello tenemos que saber todas las opciones que ésta nos ofrece. Así que lee atentamente este artículo para saber más sobre este material y para saber explotarla al máximo en tu decoración.
Existen dos grupos básicos de pintura: las pinturas al agua y las pinturas al aceite.
Las pinturas al agua (látex) son las más utilizadas. Es un tipo de pintura soluble en agua, aunque resistente a la misma una vez seca. Su secado es uno de sus puntos fuertes, ya que se seca muy rápidamente.
Este tipo de pintura es apropiada para todo tipo de superficies porque recubre muy bien la superficie. Además son muy fáciles de aplicar y desprenden poco olor.
Las pinturas al aceite (esmaltes) contienen cantidades variables de disolventes (dependiendo de las marcas). Son pinturas muy lavables, por lo que suelen ser las aconsejadas para la decoración de baños y cocinas.
Es un tipo de pintura más difícil de aplicar que la acrílica y también tarda bastante más en secarse. Además, requieren de una imprimación especial antes de la primera capa de pintura.