Si pienso en hamacas me vienen a la cabeza un montón de pensamientos positivos: disfrutar de la felicidad de leer tumbada en una hamaca, dormirme con su balanceo, relajarme en sus "brazos" después del trabajo, desconectar de todo y perderme mirando el cielo, etc. Pero luego despierto de mi sueño y me doy cuenta que ni tengo jardín ni sitio para colocarla.
¿Pero sabéis qué? Que soy una soñadora empedernida y aunque no pueda tenerlas me encanta imaginarme tumbada en una hamaca gigante con un daikiri en la mano. Así que he recopilado un montón de hamacas de diseño para los afortunados que sí tenéis donde colocarlas o para las fantasiosas como yo que quieren seguir soñando despiertas. Algunas son auténticas maravillas, ya veréis.
Diseñada por el dúo sueco Erik Nyberg y Gustav Ström, la hamaca Wave busca a la vez estética y comodidad, jugando con el equilibrio y la modernidad de sus grandes arcos.
Creada por Jack Bass, la hamaca Urban Balance Wave Wicker presenta una forma ergonómica que se adapta perfectamente a la forma de tu espalda.
La hamaca Urban Balance Curve es muy cómoda y se funde perfectamente con la naturaleza gracias al material que recubre su estructura de alumnio: el mimbre de Resina. Además de darle un toque natural, la hace resistente a las inclemencias. El cojín podemos elegirlo en azul, naranja o multicolor.
Para la hamaca Leaf Hammock, Pinar Yar y Tugrul Govsa se inspiraron en la Tierra y en la naturaleza.
Adam Cornish diseñó la hamaca Flex para una agencia de Sydney. Hecha con madera contrachapada e hilo acerado, no sabemos de su comodidad, pero sí de su diseño, que es excepcional.