La decoración del salón es una de los aspectos que más tenemos en cuenta a la hora de decorar una casa. El salón es ese espacio en el que los habitantes de cada hogar se reúnen para compartir momento de desconexión, ocio y compartir vivencias. Además de ser un lugar de encuentro para las familias, los salones también son protagonistas en reuniones especiales con amigos y familia cuando visitan el hogar de cada uno.

El aspecto que se le quiera dar al salón debe ir acorde a la personalidad de las personas que lo habitan, ya que es una especie de seña de identidad. Los estilos marcan el punto de inicio en la elección de los elementos decorativos que acompañaran a los muebles. El moderno estilo nórdico suele aceptar menos complementos que otros estilos más alocados, por llamarlos de algún modo.

En este caso hablaremos sobre las alfombras para salones. Las alfombras pueden tener varios usos. Uno de sus usos es el de decorar el espacio, sin más. La presencia de una alfombra puede ser un mero hecho decorativo, que de un toque de color o presencia en el suelo del salón. Otro uso de la alfombra es el de darle calidez al suelo y/o al espacio. Muchas personas optan por comprar una alfombra para ponerla bajo el sofá principal y crear esa especie de calidez en los pies cuando llegue el momento de descalzarse y subir los pies al sofá.

Las alfombras también pueden funcionar, además de todo lo anterior, como parche para suelos que no gusten a los habitantes de la casa. Cambiar el suelo de una vivienda es bastante caro, por lo que muchas personas no pueden cambiar un suelo que no les gusta si, por ejemplo, han tenido muchos gastos tras la compra de la vivienda o simplemente es una casa de alquiler y no pueden hacer otra cosa. Las alfombras proporcionan un espacio donde ese suelo horrible puede desaparecer.

Cualquiera que sea el caso por el que quieras una alfombra en tu salón, en este artículo vamos a mostrarte varios tipos de alfombras para salones.

Alfombras para salones redondas

Las formas redondas suelen ser algo complicadas a la hora de distribuir los espacios, pero lo cierto es que son muy bonitas y el conjunto estético que forman es digno de ver. Este tipo de alfombras son ideales para salones con mucho espacio, en los que puedan ser combinadas con algún tipo mueble auxiliar de la misma forma, como una mesita o un mueble bar.

Alfombras para salones rectangulares

Un acierto seguro es contar con una alfombra rectangular. Son altamente combinables en casi cualquier espacio, lo que es un punto a favor si en algún momento la quieres mover del salón a una habitación, por ejemplo. Además, una alfombra cuadrada o rectangular aprovechara todas las esquinas posibles. Si tienes un suelo que odias con todas tus fuerzas y deseas taparlo, puedes optar por poner varias alfombras seguidas para cubrirlo por completo. Eso sí, te aconsejamos que en este caso te sumes a la moda de quitarse los zapatos en la entrada de casa, o su limpieza será muy tediosa.

Alfombras para salones de yute

Parece que todo lo antiguo está volviendo y las alfombras tampoco se han librado de esta tendencia que va en alza. Las alfombras de yute era una habituales en las casas de hace un siglo y ahora vuelven renovadas para conquistarnos. Aunque es cierto que son un tipo de alfombras que no pegan con todos los estilos, sí que pueden encajar con varios, al ser el yute un material de color muy neutro (siempre que sea en su color natural y no tintado). Además, son muy fáciles de limpiar con cualquier tipo de aspiradora, aunque lo mejor es optar por una aspiradora de trineo, ya que así no quedará ni piza de suciedad acumulado sobre la alfombra.