A primera vista este apartamento madrileño parece muy grande, ¿verdad? ¡Pues tan solo tiene 53 m²! ¿Sorprendidos? La explicación es una excelente distribución de los espacios con dos zonas bien diferenciadas y grandes ventanales que dejan entrar mucha luz natural.

El apartamento inicialmente estaba compuesto por un pequeño salón, una habitación, un vestidor, un baño y una cocina. Además de perderse mucho espacio en el pasillo, tantas habitaciones en un sitio tan reducido daban aún mayor sensación de pequeñez. Y muchas zonas de la casa se quedaban muy oscuras.

Con la reforma muchas paredes se derribaron hasta crear solo dos zonas en la casa, con un gran salón-comedor con cocina office y el dormitorio principal, con un baño común para ambas zonas.

La elección de muebles blancos y materiales ligeros para la decoración interior también favorecen mucho a dar esa sensación de amplitud.

Me han encantado dos detalles de la decoración que me parecen magníficos. El primer detalle es el mueble a medida que se ha creado para disimular el pilar maestro. Además ese mueble está rematado con una especie de mesa baja que queda fantástica en el ambiente.

El segundo detalle que me ha entusiasmado es el panel que ayuda a delimitar ambas zonas. Con el panel abierto estamos uniendo las dos zonas y llenando aún más de luz ambas estancias. Si cerramos el panel estamos delimitando claramente las dos zonas y ganando intimidad en la habitación.

Y quiero terminar con un último “toque” que me ha llamado la atención. Normalmente cuando hablamos de sitios reducidos siempre se dice de no sobrecargar la zona con accesorios y con elementos, pues harían que la zona pareciera aún más pequeña.

En las imágenes apreciamos que en este caso no se ha “vaciado” la zona, sino que se han elegido muy todos los elementos. De esta forma, aunque hay bastantes elementos en el ambiente, éste no parece recargado. Y la sensación de amplitud es incuestionable.