El color es la base de la decoración. Es fundamental ya no sólo porque le dará estilo a la estancia, sino también porque éste trasmite unas sensaciones que deben ser las apropiadas para cada estancia. ¿Alguna vez has sentido entrar en una habitación y no sentir paz sino desasosiego? Es un claro ejemplo de color mal elegido.
Es importante saber escoger los tonos adecuados para cada estancia de tu hogar. Para ello te hemos preparado una pequeña guía con las diferentes partes de la casa, las sensaciones que debemos buscar en cada una de ellas y los colores apropiados para conseguirlo.
Y vamos a empezar con una de las estancias más importantes del hogar: el salón. Esta parte de la casa debe trasmitir calor, serenidad y calma, y para ello debes optar por colores claros y alegres, que ayudarán a crear una atmósfera luminosa.
Lo ideal es que juegues con los matices de los tonos neutros (blanco hueso, gris, miel, etc.) que le otorgarán carácter al salón, combinados con colores vivos a través de los accesorios. Pero no debes abusar de los colores vivos. Utiliza dos como máximo.
La cocina es un lugar de la casa con un claro carácter funcional pero de ambiente alegre. El amarillo y sus diferentes matices serán una excelente elección, ya que motivarán y acentuarán tus artes culinarias. En cambio, huye del color verde.
¿Qué color es el más idóneo para las habitaciones? En ella buscamos paz, calma, sosiego y un buen descanso, por lo que debe primar la armonía y la tranquilidad. El color ideal para trasmitir todas esas sensaciones es el azul, famoso por sus virtudes relajantes y tranquilizadoras.
El verde y sus diferentes tonalidades también pueden ser una excelente opción. Ante todo huye del rojo ya que es un color demasiado agresivo.
El baño es una pieza íntima que debemos conseguir que sea lo más confortable posible. El azul es un tono muy acertado. Si quieres ser original, te aconsejamos un tono pastel combinado con un contraste luminoso (dorado, plata o acero inoxidable).