Habitación de juegos de día, lugar de descanso por la noche. Por ello, en la habitación de los niños debe reinar una atmósfera de libertad y de seguridad al mismo tiempo. Los niños deben sentirse a salvo en este pequeño universo que es el suyo.
Como en toda habitación dedicada al reposo, es importante que el orden se mantenga con el fin de no bloquear el flujo del Chi. Escoge igualmente accesorios decorativos adaptados, ligeros, con color, y que sean accesibles para los niños. Enséñales que deben arreglar las cosas antes de irse a acostar. Dormir con los objetos recogidos les hará tener sueños más placenteros. Evita los amontonamientos debajo de la cama.
Igual que debíamos hacer en el dormitorio de los padres, en el cuarto de los niños la cama también la colocaremos en el espacio más armonioso de la estancia, a distancia de la ventana y de la puerta, y evitando colocarla bajo una ventana. Si la habitación es muy pequeña, piensa en camas con altura, pero siempre evitando las camas demasiado altas y cercanas al techo. Lo ideal sería que los muebles fueran de madera natural y con las esquinas redondeadas.
En la medida de lo posible, el espacio de juegos deberá estar separado claramente del espacio de descanso con el fin de no enturbiar el sueño del niño. Los niños deben sentirse libres en su espacio, por lo que intenta decorarla según sus gustos, sus preferencias y su personalidad.
Utiliza colores suaves para las paredes, huyendo de los demasiado vivos que tienden a alterar la energía. Estos colores más vivos los podremos emplear en los elementos decorativos o para darle algo de vida a pequeñas partes de la pared con plantillas o vinilos con una temática que le guste al niño.