Ha llegado la noche y es el momento de ir a dormir. Estás cansado pero no eres capaz de dormirte. ¿Por qué te cuesta dormir en tu propia habitación? Puede que haya algo que perturbe tu descanso y no seas consciente de ello. Quizás haya demasiado desorden, demasiada luz o demasiada oscuridad, el ambiente sea demasiado ruidoso, etc. Son diversos los factores que pueden impedir un descanso apropiado.
En este artículo quiero mostrarte determinados factores que pueden impedirte descansar perfectamente. Exactamente voy a hablarte de los siete errores más comunes que se suelen cometer para evitarlos y que el descanso llegue sin problemas.
1. ¿Qué color reina en tu habitación? No solo hablo del color de las paredes. También me refiero a suelos, muebles, objetos decorativos, etc. Seguro que más de una vez has sentido que una habitación era preciosa pero a la vez tenías una sensación en ella poco agradable. No es la primera vez que lo digo pero me reitero una vez más: los colores nos influyen mucho más de lo que podemos llegar a imaginar.
Aunque antes he comentado que todos los colores de la habitación influyen, sí es cierto que las paredes son las partes más importantes a la hora de influir en nosotros ya que ocupan la mayor parte del espacio. El verde por ejemplo es un buen color para una habitación de descanso ya que simboliza armonía, calma, esperanza y posee virtudes reequilibrantes. El azul es otro color ideal porque aporta calma, aunque es mejor evitarlo en ambientes ya de por sí fríos. Colores claros como el blanco, el gris o el beige también son excelentes opciones. Ante todo debes evitar las tonalidades demasiado oscuras.
2. Nada de televisión, ordenadores ni teléfonos. Cada vez más estudios demuestran que las ondas que emiten este tipo de electrodomésticos afectan en nuestro sistema inmunológico e impiden alcanzar un descanso óptimo. Pero además este tipo de elementos crean otro tipo de problemas, como falta de comunicación en la pareja o incluso que se alargue la hora de dormir por estar distraído reduciéndose así el descanso.
3. Fuera las fotos antiguas. Da igual que sean tuyas, de tus hijos o de viajes pasados. Las fotos antiguas no representan la persona que eres en la actualidad y pueden influirte negativamente llevándote al pasado. Por supuesto que podemos colgar fotos, pero actuales.
4. Nada de escritorio o despacho en la propia habitación (al menos si no existe suficiente separación entre una zona y otra). Tener el lugar de trabajo en tu habitación hará que no seas capaz de desconectar del todo cuando llegue la hora de dormir. Lo ideal en la medida de lo posible es separar el trabajo del descanso.
Si el espacio te permite combinar ambas zonas en la misma habitación intenta al menos no ver el área de trabajo mientras intentas descansar y viceversa. Separa ambas zonas con un biombo o algún elemento que realice esa función.
5. Fuera los espejos grandes (y mucho menos encima de la cama). Son diversas las razones por las que los espejos no favorecen el descanso. Los espejos por ejemplo activan nuestros sentidos y crean distracciones que dificultarán un sueño tranquilo. La filosofía Feng Shui opina que éstos absorben nuestra energía impidiendo un descanso reparador.
6. Cuida el desorden. El desorden influye mucho en el alcance de paz. Una habitación desordenada perturba a los sentidos impidiendo así alcanzar paz y armonía. Y cuando hablo de desorden no lo hago solo pensando en “leoneras”. También hablo de pequeños pero importantes detalles como demasiados libros en la mesilla de noche, ropa sobre la silla, zapatos a la vista, etc.
7. Evita la asimetría (sobre todo si vives en pareja o si quieres conocer a alguien). Lo ideal es tener un ambiente simétrico con dos mesillas de noche iguales, dos lámparas similares, un número par de almohadas en la cama, etc. Por el contrario si quieres permanecer solo busca la asimetría en tu decoración.