La imaginación y la creatividad son fundamentales para transformar cualquier espacio en un ambiente acogedor e imprimirle nuestro estilo personal. Pasamos la mayoría del día trabajando en nuestras oficinas  y sin embargo, a menudo las descuidamos y permitimos que el reducido espacio u otros condicionantes nos impidan hacernos de un lugar agradable para trabajar. Aquí les ofrecemos algunos consejos útiles para convertir una oficina pequeña en un lugar placentero, para que trabajar sea una experiencia agradable.

Antes de emprender cualquier proyecto decorativo es importante tener claro el estilo que vamos a utilizar. Podemos variar de una decoración moderna e impersonal a una un poco más personalizada y relajada. Esto es necesario para así ser coherentes en el momento de escoger mobiliario, colores y elementos decorativos. Para decorar una oficina, por ejemplo, recomendamos no excederse en los toques personales, como el exceso de fotografías que restan profesionalidad al entorno.

Coloreando el espacio

Para pintar un espacio de trabajo de pocos metros necesitamos tener en cuenta varios aspectos. Este es un lugar para trabajar por lo cual necesitamos colores relajantes, que no estresen visualmente. A su vez serán útiles los colores que ayudan a dar profundidad espacial aumentando la noción de amplitud. Recomendamos el blanco, el crema, los tonos pasteles, incluso para romper la monocromía podemos pintar alguna pared o columna (si las hay) en otro color que contraste.

También es necesario tener en cuenta la función de la oficina y el trabajo que se realiza en ella, pues si necesitamos potenciar la creatividad y la actividad cerebral recomendamos colores más vibrantes como el amarillo, el verde o el azul, a diferencia de aquellas en las que se necesita de gran concentración, que requerirían tonos más calmados y relajantes.

Elección del escritorio

El escritorio es el elemento más importante de la oficina. Hay que ser muy cuidadosos no solo en el momento de elegir el mobiliario adecuado sino también a la hora de situarlo. Debe estar situado siempre en un punto donde tengamos acceso visual a  todo el espacio, nunca debe estar de espaldas a la puerta.

El tamaño también es importante, recordemos que estamos tratando con un espacio reducido en metros, por lo cual no debe ser muy grande para que no acapare todo el espacio, pero tampoco puede ser muy pequeño de modo tal que no resulte funcional. Hoy día es bastante fácil encontrar escritorios que incorporen cajones para almacenar, y complementos para el ordenador, lo que nos permitirá ahorrar espacio.

No olvidemos la elección de una silla de escritorio ergonómica que favorezca nuestra postura pues pasaremos muchas horas diarias en ella. Se recomiendan los muebles de color negro que aportan mucha elegancia al ambiente.

Personalizando nuestro espacio laboral

Por último, es importante que aunque sea un lugar destinado al trabajo y necesite un aspecto profesional, resulte acogedor y nos sintamos a gusto. Las plantas ayudan a crear un ambiente cálido, así como los cuadros en las paredes y los calendarios personalizados. Siguiendo estas recomendaciones podemos lograr unir nuestra pasión por el trabajo con la comodidad y  el disfrute del espacio en que lo realizamos.