El estilo nórdico ya sabéis que es uno de mis preferidos por la frescura de su mobiliario, sus toques minimalistas, y la blancura y luminosidad de todos sus espacios. Pero esta decoración que vamos a ver hoy me ha gustado aún más gracias al estilo retro que le han dado sus propietarios.

Linda y Niklas no dudaron ni un segundo en reformar completamente esta casa de ladrillo rojo cuando se mudaron a ella, ya que ésta no había recibido ningún trabajo desde le década de los 60. No imagino como estaba la casa antes, pero sí sé lo increíblemente bien que ha quedado tras unos profundos trabajos en la casa: suelos, paredes, techos, tuberías, etc.

El resultado es una magnífica casa amueblada con mucho gusto en la que casi todo el mobiliario es reciclado y ha sido sacado de casas de antigüedades, regalos de amigos o cosas heredadas. Pero todo en la casa combina perfectamente creando un conjunto armonioso de toques vintage.

Me encanta el suelo de madera de pino blanco que han elegido. En otras ocasiones, cuando hemos hablado de este estilo, hemos comentado la necesidad que tienen las casas del norte de Europa de aprovechar al máximo la luz natural, y este suelo no solo no resta iluminación a las estancias, sino que multiplica la luz que recibe. Da muchísima claridad a la casa.

Como siempre en el estilo nórdico me encanta la cantidad de luz que inunda toda la casa, multiplicada por las paredes y los techos blancos. Los muebles lacados en blanco o de madera natural también contribuyen a tanta claridad. Todo ello regado con accesorios coloridos que aportan color y personalidad a la decoración.

Aunque entre tanta blancura vemos una nota de colorido en la habitación de la pequeña. Me gusta el rinconcito infantil que han logrado.