Este proyecto arquitectónico se ha llevado a cabo en las oficinas de Pons + Huot en Paris. Su creador es Christian Pottgiesser. El resultado es sorprendente, con una oficina de formas ondulantes, totalmente integrada con la vegetación que reina por todos lados, con arbustos, plantas, etc. Un proyecto atípico de resultados fantásticos.
Para ocupar el espacio (una nave industrial de finales del siglo XIX con techos de cristal altísimos) se instaló una unidad de madera de roble que ocupa casi la totalidad del espacio.
Sus dimensiones son 1.7 m de alto, 22 m de largo y 14 m de largo. Además permite disimular ciertos elementos técnicos y sostener el conjunto de oficinas de formas ondulantes (también realizadas en madera).
Estas oficinas se caracterizan por sus formas curvas y por su perfecta sincronización con el espacio y con la vegetación de la sala.
También podemos encontrar una serie de pequeñas burbujas de plexiglás, en el seno de las cuales los diferentes empleados pueden disponer de una cierta intimidad. Los arbustos y las plantas están colocados estratégicamente y completan el entorno paisajístico.
Las oficinas pueden llegar a acoger hasta a cincuenta personas. Éstas disponen de siete piezas independientes (espacios destinados a cada director que están colocadas en la periferia del espacio principal), un espacio principal abierto para los empleados, una sala de conferencias, una cocina y una sala de descanso.