Cuando se acercan grandes acontecimientos como Juegos Olímpicos, exposiciones universales o mundiales de fútbol, es frecuente que se creen enormes instalaciones preparadas para ese evento. Pero una vez concluida la competición éstos se quedan huérfanos de su función principal, y en muchas ocasiones se quedan solo como símbolos de lo que una vez ocurrió, pero con una funcionalidad casi nula.
Ejemplos de edificios infrautilizados hay un montón, pero hoy he querido presentarte el caso totalmente contrario. Seguro que cuando veas la imagen del exterior del edificio éste te suena de algo. Es el Watercube, el edificio que albergó las pruebas de piscina en las Olimpiadas de Pekin 2008. Apodado El Nido, las funciones de esta colosal y preciosa edificación se han reinventado completamente. Veamos cual es su nuevo papel.
Tras unos acertados trabajos de reconversión, El Nido (uno de los edificios más emblemáticos de aquellas olimpiadas) se ha convertido en un fenomenal y descomunal parque acuático que pueden disfrutar todos los habitantes de la ciudad. Eso es saber reutilizar un espacio pensando en la ciudadanía y en la sostenibilidad.
Pero el Beijing Water Park (que así se llama el parque acuático) no es solo un ejemplo de reinvención. Como podrás apreciar en las imágenes este parque también se caracteriza por su diseño lleno de fantasía y originalidad. En él se ha creado una especie de ecosistema submarino en el que dan ganas de pegarse un chapuzón, ¿verdad? Es uno de los mejores parques acuáticos que he visto en mi vida. Las imágenes hablan por sí mismas.
Pero no me quiero despedir sin comentaros brevemente las características del edificio Watercube, porque son verdaderamente remarcables. Este inmenso edificio de 80.000 m2 era capaz de acoger en sus instalaciones a más de 17.000 espectadores. Fue construido por el arquitecto australiano John Pauline. Para su construcción se requirieron 6.700 toneladas de acero y 1.300 toneladas de varillas para levantar su estructura.
Esa especie de burbujas que tiene en su exterior es revestimiento ETFE, un tipo de plástico transparente de gran resistencia al calor, a la corrosión y a los rayos UV. Este revestimiento es una excelente alternativa al cristal, y permite una mejor entrada de luz al recinto. Gracias a los más de 100.000 m2 que se utilizaron en su exterior, es posible que este espacio arquitectónico se ilumine al 90% por luz solar.