A la hora de reformar una casa las decisiones sobre el diseño de interiorismo pueden terminar por resultar agotadoras, sobre todo porque muchos de los aspectos en los que tenemos que pensar conformarán decisiones que se quedarán con nosotros durante décadas. A la hora de escoger los mejores suelos tanto para interiores como exteriores existen tantísimas alternativas que hay que encontrar un buen balance entre saber sus características, los pros y los contras, y, en especial, sus precios y de usabilidad.

Es por ello que una de las opciones que se ha vuelto a poner de moda recientemente para los suelos es el de las baldosas hidráulicas gracias a sus motivos tan ilustrativos y que sirven como una increíble opción decorativa tanto para dentro como fuera de casa y para diversas estancias.

Es posible que conozcas las baldosas hidráulicas de vista, pero que, quizás, nunca las hayas asociado a este nombre. Por este motivo, si te interesa saber en detalle qué son las baldosas hidráulicas, los diversos tipos que existen, la mejor forma de cuidar de este suelo y las ventajas y los inconvenientes puedes conocer la respuesta a todas estas preguntas en la información que traemos en este artículo.

¿Qué son las baldosas hidráulicas?

Para poder hablar de las baldosas hidráulicas tenemos que remontarnos a los orígenes cuando estás comenzaron a aparecer a mitad del siglo XIX en el sur de Francia. Después de establecerse como uno de los modelos más habituales en muchos estilos arquitectónicos, estás tuvieron su auge de nuevo en la década de los años 70. 

A la hora de definirlas se conocen como un tipo de baldosa que se fabrica principalmente con tres componentes: el cemento, el pigmento y la marmolina. Su elaboración funciona a través de un sistema de prensado en el cual se combinan ciertos moldes metálicos con los motivos que tendrá la baldosa con dicha prensa hidráulica; la cual es la que le da el nombre a la baldosa.

Lo bueno que tiene este tipo de baldosas y lo que las hace tan interesantes, tanto económicamente como en un sentido de fabricación masiva, es que no requiere de ningún tipo de proceso térmico ni de hornos para su fabricación y, por ello, se han mantenido en auge a través de tantos años y en lugares geográficos tan distintos. Esto significa que se pueden fabricar de formas muy diversas, pero siempre conservan ese toque artesanal que es lo que les da tanto carácter propio.

Y es que es precisamente el estilo de la baldosa lo que destaca, ya que por lo general hablamos de baldosas muy coloridas y muy nobles cuyo diseño se conforma de distintos mosaicos y otros motivos florales o geométricos que están totalmente confeccionados a mano.

Tipos de baldosas hidráulicas

Ahora bien, a la hora de dividir entre los distintos tipos de baldosas hidráulicas que existen, lo cierto es que se pueden diferenciar entre distintos aspectos. Es por ello que, si atendemos a las baldosas hidráulicas según los materiales que se utilizan, encontraremos los siguientes tipos:

- Baldosas hidráulicas de cerámica: por lo general, es la opción más típica, ya que se considera la más asequible y, aun así, conserva muchas propiedades en cuanto a su resistencia y calidad. Suelen utilizarse especialmente para suelos interiores e, incluso, para algunas paredes en las que se busca añadir color con los mosaicos a modo de detalles decorativos, tanto en cocinas, en salones como en baños.

- Baldosas hidráulicas de cemento: estas se consideran las primeras de la historia de este suelo y, por tanto, las más tradicionales, ya que mantienen la elaboración original con arena, mármol, cemento y los pigmentos coloridos que le otorgan ese aspecto tan característico.

- Baldosas hidráulicas de gres porcelánicos: este tipo se considera una opción intermedia las dos que hemos mencionado anteriormente, ya que mantiene los diseños originales, pero se fabrica con materiales algo más resistentes, incluso pudiendo hallarse en acabados que imitan especialmente bien al mármol, la piedra o la madera, por lo que son mucho más versátiles.

Por otro lado, si atendemos a los tipos que existen en cuanto a los diversos diseños que pueden hallarse en las baldosas hidráulicas se pueden dividir entre:

- Baldosas hidráulicas florales: una de las opciones más habituales y más clásicas que siempre aportan esa sensación romántica a las habitaciones, como los baños o las cocinas, y que últimamente se han ido añadiendo mucho también en exteriores, tanto en terrazas propias como en algunos restaurantes y locales.

- Baldosas hidráulicas geométricas: se consideran unas de las originales. Se basan en crear motivos algo más geométricos y sobrios he pueden encajar perfectamente en baños y en cocinas que busquen algo de diseño pero sin llegar al punto de los motivos florales.

- Baldosas hidráulicas al estilo mudéjar: estas se inspiran en el arte arquitectónico mudéjar que se desarrolló en la Península Ibérica, mezclando las influencias hispanomusulmanas.

- Baldosas hidráulicas al estilo cenefa: es otra opción que juega con la composición de sus motivos, y que suele utilizarse para simular el efecto de alfombras en el suelo en plazas, terrazas, jardines e incluso en entradas a casas o instituciones. 

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¿Cómo tratar un suelo hidráulico?

Una vez entendidos los diversos tipos de baldosas hidráulicas que existen, resulta igual de importante conocer cómo debe de tratarse este suelo a la hora de manipularlo y limpiarlo, ya que, dependiendo del tipo de actividad que vayamos a realizar sobre este tipo de suelos, convendrá escoger unos materiales u otros y, además, efectuar un tipo de limpieza distinta.

Lo principal que tenemos que saber en cuanto a la resistencia de estos suelos es que, aunque se considera un tipo de material bastante duro y que no debe sufrir demasiado demasiados daños, es cierto que sí que es algo más susceptible a los golpes fuertes, pues el material cerámico puede verse rayado y, por tanto, quebrarse, quedando estéticamente estropeado.

Más allá de eso, a la hora de recurrir a la limpieza de estas baldosas cerámicas es importante que tengamos en cuenta que hay que alejarse de productos químicos extremadamente fuertes como pueden ser el amoníaco, el salfumán, o la lejía, ya que estos tienen ingredientes activos muy fuertes que son agresivos y maltratan demasiado la cerámica de los mosaicos hidráulicos.

Es por ello que, para poder limpiar estas baldosas, la mejor opción es utilizar agua tibia y mezclarla con vinagre o bicarbonato. Esto resultará en unas baldosas limpias, desinfectadas y muy brillantes, pues estos productos naturales aportan el grado de limpieza necesario que necesitan todos los suelos, pero sin llegar a dañar en ningún momento la superficie de los materiales ni hacerles perder el color. 

Ventajas e inconvenientes de las baldosas hidráulicas

Ahora que ya conocemos algunos de los aspectos más importantes de estas baldosas hidráulicas, quizás resulta igual de esencial tener presente cuáles son los pros y los contras de este tipo de suelo, pues en función al lugar en el que queramos acoplarlas deberemos de tener en cuenta ciertas características para conocer si es un tipo de suelo adecuado o si es mejor optar por otra opción distinta.

Por este motivo, las principales ventajas de las baldosas hidráulicas son:

- Uno de los motivos por el que suele optarse por escoger baldosas hidráulicas para el suelo es que estas resultan extremadamente fáciles de instalar. Apenas se gasta en otros materiales y apenas ensucian a la hora de montarlas. No solo eso, sino que, además, se considera un tipo de suelo muy fácil de almacenar y de limpiar.

- Además de esto cabe destacar la durabilidad de este tipo de suelo, ya que son extremadamente gruesas y, por tanto, fuertes, así que terminan siendo muy resistentes a todo tipo de golpes y rayaduras.

- Las baldosas hidráulicas también son extremadamente versátiles, pues, como hemos comentado, sirven para revestir cualquier tipo de estancia, y ya sea en el suelo o en las paredes, e incluso en los techos; se utilizan para absolutamente todo.

- No solo eso, sino que, además, son muy estéticas, y la multitud de modelos que pueden encontrarse en el mercado hacen que sean una opción ideal para todo tipo de personas y gustos.

- También combinan perfectamente con todo tipo de suelos y paredes, ya que los muchos motivos en los que pueden hallarse resultan muy fáciles de mezclar con otros materiales y colores. 

Por otro lado, si atendemos a los inconvenientes estos son bastante menos, pero son los que comentamos a continuación:

- Principalmente se puede destacar que uno de los mayores problemas este tipo de suelos es que resultan bastante resbaladizos, y si se utilizan en interiores y en lugares donde hay mucho tránsito o niños pueden resultar algo peligrosas.

- Además de esto, no admiten demasiados productos de limpieza, por lo que hay que ser muy cuidadoso con esto, ya que es fácil que a la hora de tratar de limpiarlas podamos terminar dañando los materiales y perjudicando a la coloración.

- Dependiendo de modelo y el estilo de baldosa hidráulica que escojamos puede ser que algunas resulten algo caras económicamente.