Aunque es más conocido en el mundo de la moda, el estilo vintage se ha hecho un hueco en la decoración de interiores desde hace unos años. Pero, ¿en qué consiste el estilo vintage? Es el arte de recuperar objetos de los años 60 a 90, reinventarlos, y darles un toque más moderno.
Este toque clásico reinventado le dará un aire muy elegante a tu hogar. Aprendamos un poco más sobre el estilo vintage, y veamos las claves fundamentales para poder llevar este ambiente a nuestro hogar.
El mobiliario es una de las claves básicas de un acertado estilo vintage. Los muebles tienen que trasmitir historia. Eso no quiere decir que los muebles tienen que estar viejos y demostrar que han pasado dos guerras. Debemos ser capaces de recuperar muebles clásicos y darle acabados modernos, como negros patinados, blancos rotos, burdeos, grises, etc.
El toque antiguo patinado le da a los muebles mucha personalidad y elegancia, y eso le dará estilo a tu decoración. Busca en tiendas especializadas y en anticuarios muebles de este estilo. Partir de muebles de estilo inglés o francés es una excelente elección. También puedes buscar muebles restaurados de los 50, 60 o 70. La madera y la forja son los dos materiales principales por los que debes optar.
Otra opción para darle un toque retro a los muebles es empapelarlo. El empapelado es una opción acertadísima para el mobiliario con la madera más deteriorada. Esta técnica le devolverá la vida a los muebles, acondicionándolos al estilo general de la estancia.
Y ya que hablamos de empapelar, una de las opciones ideales para nuestras paredes de estilo vintage es el empapelado con motivos sesenteros o de diseño vintage. Otra buena idea para darle un toque retro a tu pared son los ladrillos. Una pared de ladrillo queda perfecta en un ambiente vintage. Si no tienes la suerte de tener paredes de ladrillo siempre puedes recurrir a ladrillos decorativos.
La guinda a nuestra decoración retro la pondrán los complementos decorativos. Baúles envejecidos, valijas antiguas, lámparas colgantes de araña, grandes espejos con marcos antiguos, floreros, accesorios cromados, gabinetes, etc.
Darte una vuelta por los anticuarios de tu ciudad puede ayudarte a encontrar objetos apropiados para tu estilo vintage. Y si eres habilidoso con el bricolaje, también puedes optar por acudir a tiendas de segunda mano.
Por cierto, no dudes en mezclar estilos y colores en una misma habitación. La mezcla es parte del encanto vintage. Accesorios en colores brillantes como amarillo, naranja o verde lima, quedarán perfectos en una decoración de colores neutros y paredes de ladrillo, por ejemplo.