Como decíamos en el artículo de la semana pasada, los materiales del lavabo son los que van a marcar en gran medida el estilo de nuestro cuarto de baño. En ese artículo ya os mostré algunos de los materiales que podemos encontrar en el mercado para esta pieza. Hoy os muestro nuevos materiales, con imágenes y una pequeña descripción de sus características.

El mármol es un material muy versátil. Aunque su apariencia pudiera parecer delicada, el mármol es un material muy resistente y poco poroso. Existe un amplísimo abanico de posibilidades a elegir con este material, variando acabados, colores e incluso texturas.

No todos los tipos de mármol resisten bien la humedad, siendo los más porosos los que más problemas dan. Por suerte este problema se ha ido subsanando con el paso del tiempo. Actualmente los lavabos de mármol reciben tratamientos hidrófugos para no solo mejorar su resistencia, sino también para reducir mantenimiento del material.

La lava esmaltada (roca natural recubierta de esmalte) es un material de gran resistencia para el lavabo. Estéticamente se parece al azulejo, pero no presenta ni su fragilidad ni otras de sus desventajas.

El principal problema de los lavabos realizados en este material es el elevado coste del mismo. La razón de su alto coste es que los lavabos de lava esmaltada deben realizarse a medida, y éstas deben ser exactas. Una vez realizado es imposible trabajarlo para reajustarlo. Aunque esto también desprende una ventaja: cada lavabo es único.

El cristal templado es un material de tendencia en los baños actuales. Una de las principales razones de este auge es el diseño y la incomparable estética que ofrece este tipo de material. El cristal templado es un material muy elegante que refleja la luz y le da profundidad a la estancia.

Este material no solo nos ofrece resistencia, también muy poco mantenimiento. Gracias a que estos tipos de lavabos carecen de juntas, se limpian fácilmente y son muy higiénicos. Puro y transparente, el cristal templado es un material ideal para el lavabo ya que no se empaña y resiste muy bien el paso del tiempo.